EL ATLÁNTICO APUNTA A UN ENFRIAMIENTO GLOBAL DE DÉCADAS
El clima tiene un componente cíclico que muchos científicos se empeñan en ignorar porque no saben explicarlo. El ciclo del Atlántico se denomina Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO), y lo interesante es que al describirla, Schlesinger y Ramankutty en su artículo de 1994 en Nature, lo hicieron como una oscilación del sistema climático global porque coincide con los cambios de tendencia de la temperatura global.
Es difícil decir que el clima responde a nuestras emisiones cuando sigue un ciclo natural cuyo origen se ignora. Pero tras 50 años de fase de calentamiento la AMO da señales de un posible giro que anunciaría un enfriamiento global de décadas, mientras nuestras emisiones siguen subiendo. En las dos oscilaciones anteriores un fuerte calentamiento precedió al cambio de tendencia (óvalos rojos). De ser así, en pocos años la anomalía debería caer por debajo de 0,25°C (línea fucsia) y si sucede, a los alarmistas se les acabó la fiesta.
EL ATLÁNTICO APUNTA A UN ENFRIAMIENTO GLOBAL DE DÉCADAS
El clima tiene un componente cíclico que muchos científicos se empeñan en ignorar porque no saben explicarlo. El ciclo del Atlántico se denomina Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO), y lo interesante es que al describirla, Schlesinger y Ramankutty en su artículo de 1994 en Nature, lo hicieron como una oscilación del sistema climático global porque coincide con los cambios de tendencia de la temperatura global.
Es difícil decir que el clima responde a nuestras emisiones cuando sigue un ciclo natural cuyo origen se ignora. Pero tras 50 años de fase de calentamiento la AMO da señales de un posible giro que anunciaría un enfriamiento global de décadas, mientras nuestras emisiones siguen subiendo. En las dos oscilaciones anteriores un fuerte calentamiento precedió al cambio de tendencia (óvalos rojos). De ser así, en pocos años la anomalía debería caer por debajo de 0,25°C (línea fucsia) y si sucede, a los alarmistas se les acabó la fiesta.
Emerson Brooking, a disinformation expert at the Atlantic Council's Digital Forensic Research Lab, said: "Back in the Wild West period of content moderation, like 2014 or 2015, maybe they could have gotten away with it, but it stands in marked contrast with how other companies run themselves today." Right now the digital security needs of Russians and Ukrainians are very different, and they lead to very different caveats about how to mitigate the risks associated with using Telegram. For Ukrainians in Ukraine, whose physical safety is at risk because they are in a war zone, digital security is probably not their highest priority. They may value access to news and communication with their loved ones over making sure that all of their communications are encrypted in such a manner that they are indecipherable to Telegram, its employees, or governments with court orders. Lastly, the web previews of t.me links have been given a new look, adding chat backgrounds and design elements from the fully-features Telegram Web client. In 2018, Russia banned Telegram although it reversed the prohibition two years later. "And that set off kind of a battle royale for control of the platform that Durov eventually lost," said Nathalie Maréchal of the Washington advocacy group Ranking Digital Rights.
from us