Ciencia y clima sin engaño

LA COMISIÓN EUROPEA FINANCIA Y DIRIGE A LOS ECOLOGISTAS PARA IMPULSAR LA AGENDA VERDE

Estalla el escándalo del lobby ecologista en la Unión Europea. El socialista Frans Timmermans, principal artífice del Pacto Verde para alcanzar la neutralidad climática en 2050, dirigió y financió con dinero de la comisión europea a grupos ecologistas para influenciar a los eurodiputados hacia posiciones favorables al pacto.

Durante años, la Comisión Europea financió con subvenciones y asignó objetivos y procedimientos a las organizaciones ecologistas, llegando incluso a elaborar listas de eurodiputados como blancos, para impulsar una legislación más ambiciosa que ha dado como resultado la Ley de Restauración de la Naturaleza, la estrategia de la Granja a la Mesa o los reglamentos sobre emisiones de carbono, con graves consecuencias económicas para sectores como la industria o el campo.

Hemos permitido que la Unión Europea caiga en manos de una burocracia ideologizada sin ética ni moral que no se detiene ante nada para impulsar una agenda antidemocrática que no se ha votado nunca. Una burocracia que daña nuestro presente y pone en grave riesgo nuestro futuro en aras de unos objetivos climáticos carentes de todo sentido. Es una excusa para una ingeniería social que acaba ineludiblemente en el hundimiento de Europa. La solución no es más Europa, sino menos.

Libre Mercado

'Telegraaf' destapa el "escándalo lobbyecologista": Bruselas pagó a ONG para impulsar el Pacto Verde

Durante años, la Comisión estuvo concediendo subvenciones a diferentes grupos ecologistas, denuncia The Telegraaf.

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LA COMISIÓN EUROPEA FINANCIA Y DIRIGE A LOS ECOLOGISTAS PARA IMPULSAR LA AGENDA VERDE

Estalla el escándalo del lobby ecologista en la Unión Europea. El socialista Frans Timmermans, principal artífice del Pacto Verde para alcanzar la neutralidad climática en 2050, dirigió y financió con dinero de la comisión europea a grupos ecologistas para influenciar a los eurodiputados hacia posiciones favorables al pacto.

Durante años, la Comisión Europea financió con subvenciones y asignó objetivos y procedimientos a las organizaciones ecologistas, llegando incluso a elaborar listas de eurodiputados como blancos, para impulsar una legislación más ambiciosa que ha dado como resultado la Ley de Restauración de la Naturaleza, la estrategia de la Granja a la Mesa o los reglamentos sobre emisiones de carbono, con graves consecuencias económicas para sectores como la industria o el campo.

Hemos permitido que la Unión Europea caiga en manos de una burocracia ideologizada sin ética ni moral que no se detiene ante nada para impulsar una agenda antidemocrática que no se ha votado nunca. Una burocracia que daña nuestro presente y pone en grave riesgo nuestro futuro en aras de unos objetivos climáticos carentes de todo sentido. Es una excusa para una ingeniería social que acaba ineludiblemente en el hundimiento de Europa. La solución no es más Europa, sino menos.

BY Ciencia y clima sin engaño